Oremos en acción de gracias por la vida de nuestro hermano César Armando Patiño Vargas que falleció a los 59 años de edad, 29 años de Compañía y 15 de sus Últimos Votos.

César nació el 24 de marzo de 1961 e ingresó al Noviciado de la Compañía de Jesús en Barrios Altos, Lima, en marzo de 1991, cuando tenía 29 años de edad. De 1993 a 1997 estudió Humanidades y Pedagogía en la actual Universidad Antonio Ruíz de Montoya. Concluidos sus estudios en Lima fue destinado al colegio Valentín Salegui en Yamakaientsa, Imaza (Amazonas), donde realizó su etapa de Magisterio desempeñando funciones de profesor y acompañante espiritual.

Terminado el Magisterio pasó unos años en España. Entre los años 2001 y 2002 realizó estudios en Espiritualidad en la Universidad de Salamanca. El año 2003 fue destinado a Badajoz, a la Escuela Virgen de Guadalupe, como profesor y tutor. César, en cuanto tenía oportunidad, enseñaba a los adolescentes y jóvenes sobre el servicio que los bomberos prestan a la comunidad. Así lo hizo las veces que fue responsable de la Escuela de Verano, actividad promovida por la Parroquia Santísima Trinidad, en San Roque, Badajoz.

De regreso al Perú, su trayectoria apostólica fue variada. En El Agustino, Lima, colaboró en la pastoral parroquial. Entre los años 2009 y 2012 fue destinado al Colegio De la Inmaculada como administrador adjunto y acompañante espiritual del personal de mantenimiento y grupos Scouts. Luego fue destinado a Santa María de Nieva, Amazonas, donde colaboró en el fortalecimiento de Radio Kampagkis y en diversas labores pastorales. Allá estuvo de 2013 a 2015. Regresó a Lima, esta vez a la Parroquia San Pedro en el Cercado, donde se desempeñó como administrador de la misma de 2015 a 2017.

Debido a una fractura en una de sus piernas pasó una temporada en la Enfermería Provincial de Lima. El último año vivió en la comunidad San Ignacio de Loyola en Lima, siempre sonriente, atento y dispuesto a echar una mano.

César era un hombre de profunda devoción, con una gran facilidad para encontrar a Dios en lo cotidiano. Tenía una gran capacidad para destacar lo positivo ante las diversas circunstancias que le tocó vivir. Era un hombre optimista, bueno, amable, de trato cuidadoso con sus compañeros, siempre dispuesto a ayudar, a escuchar, con un sentido del humor que era capaz de amenizar a todos quienes le rodeaban. Jesuita disponible y siempre sonriente. Sabía compartir y enseñar con generosidad. Le gustaba enseñar lo que sabía. Y toda esta bondad la compartió en la Compañía de Jesús y en la Compañía de Bomberos. César era un hombre que sabía querer y se dejaba querer. Cercano, conversador, atento a las necesidades de los demás, siempre dispuesto a transmitir sus conocimientos. Un jesuita que día a día confiaba más y más en el Señor, producto de una vida espiritual constante y perseverante.

Nuestro querido César fue internado en la Clínica Japonesa Centenario de Lima la noche del 14 de diciembre de 2020. Al día siguiente, a las 7.15 H, acompañado de sus familiares y compañeros jesuitas, partió a la Casa del Padre.

El velatorio de Cesar se realizó en la Estación Internacional 14 de Breña de la Benemérita Compañía de Bomberos. Allá las unidades de las 37 Compañías de bomberos de Lima hicieron guardia para acompañar y rendir homenaje a su Comandante.

Demos gracias a Dios por su vida de entrega apasionada al Señor, anunciando siempre su Palabra, y la confianza en el cariño maternal de María, Nuestra Madre.

Misa de Funeral:

Se transmitió en vivo desde la Estación Internacional 14 de Breña de la Benemérita Compañía de Bomberos por la página de Facebook de Jesuitas del Perú, el miércoles 16 de diciembre de 2020, a las 12.30 H.