Oremos en acción de gracias por la vida de nuestro hermano José María Cánovas Cabrera SJ, quien falleció a los 85 años de edad, 65 años de Compañía y 55 de sus Últimos Votos.
José María nació el 24 de mayo de 1936 en la villa de Totana, en Murcia (España), hijo de don Francisco y doña Lucía. Era el menor de cuatro hermanos. Fue bautizado a los doce días de nacido en la iglesia mudéjar de la villa, dedicada a Santiago el Mayor de Totana.
Ingresó al Noviciado de la Compañía de Jesús en Aranjuez (España) el 2 de febrero de 1956, con 20 años de edad. Terminada la etapa del Noviciado, llegó al Perú en 1958 y se desempeñó como apoyo en jardinería y carpintería de las comunidades de Fátima y Huachipa, en Lima, hasta el año 1964. En 1965 hizo la Tercera Probación en Cochabamba (Bolivia) y pronunció sus Últimos Votos el 15 de agosto de 1966, en Huachipa.
Desde su llegada al Perú, su apostolado se centró en ocupaciones administrativas y de ayuda que le eran encomendadas. Por varios años fue incansable mano derecha del P. Antonio Cerrato, a quien acompañó de 1966 a 1970 como administrador del Colegio Seminario San Pío X de Huancayo, y luego en el Colegio San Ignacio de Loyola de Piura, donde trabajó entre los años 1970 y 1980, también como administrador del Colegio.
De Piura pasó al Vicariato Apostólico de San Francisco Javier, sirviendo en Chiriaco y Nieva de 1980 a 1984. En 1985 fue destinado a Arequipa como administrador del Colegio San José. Sin embargo, por motivos de salud, en 1986 pasó a la comunidad de Fátima, en Lima, donde asumió las tareas de ministro y encargado del cuidado de los enfermos hasta 1988, pasando luego la posta al P. Alfredo del Risco y al Hno. Sixto Coronel.
En 1989 regresó a Arequipa como ministro de la comunidad y se desempeñó como administrador del Colegio hasta el año 2011. De la Ciudad Blanca fue destinado nuevamente a Lima, donde fue ministro de la comunidad de San Pedro del 2012 al 2013, y luego de la comunidad Ignacio de Loyola del 2014 al 2016.
Hermano ejemplar, muy alegre, sincero y servicial, tuvo como especial dedicación el apoyo y cercanía a nuestros colaboradores seglares en los diversos lugares donde sirvió a la Compañía y a la Iglesia. Muchos de ellos recuerdan cómo los acompañó tanto en situaciones difíciles como en momentos de alegría.
El 2017 fue destinado a la comunidad de Fátima para colaborar en las tareas de la casa al mismo tiempo que cuidaba de su salud, la cual se fue deteriorando de forma progresiva hasta que falleció en paz por un fallo renal la mañana del miércoles 24 de noviembre.
Demos gracias a Dios por su vida de entrega apasionada al Señor, anunciando siempre su Palabra, y la confianza en el cariño maternal de María, Nuestra Madre.
Se celebró la Misa de Funeral:
Jueves 25 de noviembre 12:00 m
Parroquia Nuestra Señora de Fátima
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