Tito, como le llamábamos cariñosamente, falleció en su natal Tacna, que había sido su último trabajo en la Compañía, el 13 de junio de 1994, después de sufrir varios meses de cáncer. Tito fue un gran amigo y jesuita, de gran simpatía y humor, animador de la vida de comunidad, servicial con todos.
Había hecho su Noviciado y Juniorado en Miraflores y luego su Filosofía en Gallarate (Italia). Después de su magisterio en el Colegio San Ignacio de Piura, realizó sus estudios de Teología en el Seminario San Antonio Abad del Cusco, entonces a cargo de un destacado grupo de teólogos jesuitas como José Luis Idígoras y Rodrigo Sánchez Arjona.
Trabajó muchos años como coordinador de la pastoral de Fe y Alegría, trabajando junto a Antonio Bachs, Jesús Herrero, Lala Romero y Kevin Gallagher, destacando como animador de jornadas y retiros para profesores y alumnos.
Su lema famoso era “hay Jesús dame Cruz”. El S
eñor le concedió tan dicho.