Queridos hermanos:
Oremos en acción de gracias por la vida de nuestro hermano Roberto Dolan Behler que falleció a los 71 años de edad, 53 años de su ingreso a la Compañía, 42 años de su Ordenación Sacerdotal, y 39 años de sus Últimos Votos.
Que descanse en paz.
El P. Roberto Dolan nació el 30 de marzo de 1944 en Cincinnati. A los 18 años de edad ingresó a la Compañía de Jesús en Milford (Ohio) y llegó al Perú en 1964 para realizar los dos últimos meses de noviciado en Huachipa (Noviciado San Estanislao de Kostka).
Sus estudios de posnovicado se repartieron entre dos años de juniorado en Huachipa y otros dos años de Filosofía en Loyola University, Chicago. Realizó su magisterio en el Colegio San Jose de Arequipa como profesor y pastoralista de 1968 a 1970.
Estudió el bachiller de Teología en México DF y el cuarto año de licenciatura en Lima. Fue ordenado en Chicago en 1973 e hizo los últimos votos en Tacna en 1976. Completó sus estudios logrando el título de bachiller en Magisterio en 1978.
Su primer destino apostólico fue la ciudad de Ilo adonde llegó en 1976, junto con el P. Francisco Chamberlain, para abrir una presencia nueva de la Compañía de marcado carácter social. Trabajó como profesor y en pastoral desde el CENECAPE. En 1981 es destinado a Lima, en la comunidad José de Acosta, para realizar un trabajo principalmente pastoral y ministerial: ejercicios espirituales, pastoral juvenil y universitaria y asesoría de CVX.
Su siguiente destino y quizás el que más marcó su vida fue en Junín, repartiendo su estancia entre Huancayo y la atención de la parroquia de San Juan Bautista de Jarpa. Junto con el P. Alejandro Repullés, mantuvieron la presencia en una zona en conflicto después de la quema de PROCAD de Jarpa en 1989 por parte de Sendero Luminoso. En ese tiempo sus vidas se vieron varias veces amenazadas por los terroristas que controlaban la zona. Pacificados estos lugares, todavía siguió hasta 1993 en Huancayo (seminario, pastoral) y, desde esta ciudad, colaborando en Jarpa.
Después de un breve desempeño como Procurador de Provincia (1984), su vida posterior estuvo totalmente centrada en los colegios: La Inmaculada en dos ocasiones y Cristo Rey de Tacna. En ambos colegios fue espiritual tanto de primaria como de secundaria y encargado de pastoral. También fue asesor religioso de los profesores y, en la Inmaculada, especialmente desarrolló un gran trabajo familiar con padres de familia. Mientras estuvo en Tacna, atendió pastoralmente Ilo y fue coordinador en Perú del naciente proyecto de la triple frontera
Contemplando la vida de Roberto Dolan como jesuita, su disponibilidad es el rasgo que más llama la atención, así como su notable capacidad para asumir con fruto y entusiasmo los distintos ministerios que la Compañía le encomendó. También destacó siempre por su buen humor, alegría y talante afable. Todas estas características hacían de él un hombre muy querido. Transcrito a la provincia del Perú en 1985, quiso con este sencillo signo jurídico demostrar el enorme amor e identificación que sintió por el país.
A final del año 2013 marchó a EEUU con el objeto revisar su salud a fondo. Durante ese tiempo sufrió un atropellamiento lo cual impidió el adecuado tratamiento al cáncer que ya padecía. Las noticias nos hablan de su afabilidad y servicialidad hasta su muerte incluso cuando su salud ya era precaria.
Demos gracias a Dios por su vida ejemplar, de entrega apasionada al Señor, anunciando siempre su Palabra, y la confianza en el cariño maternal de María.
Soy peruana y He tenido el privilegio de trabajar con Roberto en Ilo, Tacna y brevemente en La Inmaculada. Su vida ha sido un regalo de Dios para los que tuvimos la dicha de conocerlo. Roberto fue un lazo fuerte entre nuestras escuelas jesuitas aquí en Cincinnáti con las escuelas jesuitas en el Perú. Siempre recibí su apoyo incondicional. Su trabajo, su entrega al necesitado ha sido una inspiración para muchos. Dios lo tenga en su gloria. Descansa en Paz querido amigo.
Una perdida dolorosa, en el corto tiempo que compartio con los niños del colegio supo llegar a sus corazones, Dios estará feliz de tenerlo a su lado, amen
Roberto….continuamos caminando con la alegría y el compromiso de siempre. Tu testimonio de vida es y será siempre un ejemplo de las maravillas que el Señor es capaz de hacer para ser instrumentos de amor, de justicia y solidaridad para los pobres…..hoy es tristeza, nostalgia y dolor para mí y para muchos que te conocemos…también es alegría porque donde estés continúas trabajando incansablemente por el Reino de Dios.
Como bien señala en el obituario de Bob, como cariñosamente le decíamos en mi familia, su vida como jesuita, su disponibilidad fué uno de los rasgos que mas llamó la atención, destacando también por su buen humor, alegría y trato sin par.
Sus puntos de vista y opiniones sobre cualquier tema que le consultáramos, nos lo decía directamente y “sin anestesia”; así era.
Tantas anécdotas que compartimos, como una que me viene a la memoria :
Mi hijo Jesús (Berchmans 98′) fué al Colegio de la Inmaculada a buscarlo y, cuando lo encontró de dijo si podía bendecir sus cuatro ruedas (el auto que acababa de comprar); la respuesta de Roberto fué : qué tu “vieja” ha venido en su silla de ruedas?.
Seguíamos desde Lima el tratamiento para mejorar su salud, así como el atropello del que fué víctima; y ayer cuando nos llamaron para dar la noticia sentimos un impacto tan fuerte, un dolor , que aunque sabíamos que estaba delicado y podía ocurrir un desenlace, nos llenó de pena. Ya su gemela había ido a Chicago para acompañarlo.
Hoy Roberto se ha unido espiritualmente a otros Amigos Jesuitas (Felipe Mac Gregor , Jose Luis Fernández Castañeda, Kevin Gallagher, Juan Luis Lazarte , Alfredito “Feyo” Castañeda, Ricardo Morales, Jorge Crooke) a quienes tuvimos el privilegio de conocer y compartir momentos sumamente gratos, así como recibir sus enseñanzas.
Y formarán un equipo de fútbol celestial, donde Felipe hace las veces de Entrenador, que fué lo que le preguntó un oficial de aduanas en Roma al ver su pasaporte, que era el tercero, lleno de sellos de diferentes partes del mundo; y su respuesta fué : sí y mis jugadores son Ignacio de Loyola, Platón, Aristóteles, etc. etc., se imaginan la cara de asombro que puso el aduanero al recibir esa respuesta.
Gracias SEÑOR, Gracias Madre Inmaculada por habernos permitido conocer Roberto un gran exponente de la Fé y nivel de compromiso con su magisterio.
Fué también un “Hombre para los demás”.
Lucho y Mimi Marroquín
Evelyn, Patty y Jesús Marroquín V.
Para Roberto mi más profunda gratitud. Me acompañó a salir de un abismo profundo.
Mabel
Percibí a Roberto en el Colegio San José, el año en que egresé en 1968, pero creí conocerlo entre 1977 y 1979 cuando trabajamos juntos en el CENECAPE Ilo. Digo creí, porque ni siquiera imaginé cuánto coraje y amor por este pueblo pobre y creyente demostró tener cuando los tiempos oscuros de la violencia campearon en el Perú. Cuando los senderistas asaltaron y quemaron las instalaciones del PROCAD en San Juan de Jarpa, en ocasión que les pudo costar la vida a nuestros hermanos jesuitas, la misma fuerza del pueblo cautivo impuso a los violentistas que permitiera continuar con la misa dominical. Así, durante meses Roberto caminaba horas de horas, desde el punto hasta donde podía llegar en carro para entrar en territorio controlado por el senderismo, para llegar a Jarpa y celebrar la misa dominical. ¡Qué valor! !Qué coraje! ¡Qué confianza en el Señor! ¡Cuánta entrega! Esas familias que lo esperaban y que a su manera lo protegieron, vivieron de forma extraordinaria su fe y su esperanza en episodio que muy pocos peruanos fuera de la Compañía, hemos conocido. Lo recordó hace pocos días Jaime Joseph, un amigo común y hoy quiero dar testimonio de ello. Gracias Roberto! Que el Señor te tenga en su Gloria! Espero que volvamos a vernos para montar en moto junto, nuevamente.
Soy párroco en una parroquia de la cd. de México, que se construyó gracias al trabajo del P. Roberto. Estoy interesado en conocer a la familia del P. Roberto para que nos hagan favor de venir a develar una placa en honor de este santo padre.
Si alguien nos puede ayudar, se los agradeceríamos infinitamente.
Muchas gracias
Querido Roberto, gracias por todo el apoyo y consejos que me brindaste. Siempre presente en mis mejores recuerdos.