Oremos en acción de gracias por la vida de nuestro hermano Francisco Chamberlain Hayes que falleció a los 81 años de edad, 62 años de vida en la Compañía, 49 de su ordenación sacerdotal y 44 años de haber hecho los Últimos Votos.

El P. Francisco Chamberlain Hayes nació el 15 de marzo de 1937 en Chicago. Estudió en Loyola Academy, colegio jesuita ubicado en la misma ciudad. En 1955, finalizado el colegio, con 18 años de edad, ingresó en el Noviciado de la Provincia de Chicago en Milford (Ohio). En la misma casa hizo la etapa de Juniorado y estudió la Filosofía de 1959 a 1962 en West Baden (Indiana).

Llegó a Perú en 1963 para realizar la etapa de magisterio en el Colegio San José de Arequipa como profesor de historia, religión e inglés durante tres años. Acabado el magisterio, siguió sus estudios de Teología en la Facultad de Granada de 1965 a 1968 e hizo un cuarto año en la Universidad de Comillas (Madrid). Se ordenó como sacerdote en Madrid en 1968. Culminó su formación como jesuita haciendo la tercera probación con Miguel Elizondo como instructor en Lima en 1972 y pronunciando sus Últimos Votos en Lima en 1973.

Después de dos años como vice párroco en la Parroquia Cristo Rey de Juliaca, El Agustino fue el destino más prolongado de su vida apostólica donde estuvo de 1972 a 2007 con un intermedio de 8 años en la ciudad de Ilo (1975-1983). Su tercer y último destino fue Ayacucho donde vivió de 2007 hasta su fallecimiento.

En los años que vivió en El Agustino fue superior de la comunidad, párroco, vice párroco en tres ocasiones y director de SEA. Más allá de las responsabilidades que asumió, siempre se identificó con las luchas del distrito y tuvo una presencia constante en todos los procesos encaminados a lograr una vida más digna y justa. En tiempo de violencia fue soporte y apoyo tanto para las personas amenazadas como para movimientos y les animó a no claudicar ante la presión de la violencia.

En cuanto a su presencia en Ilo, junto con Roberto Dolan, fue fundador de la comunidad en 1975. También la misión estaba orientada a la promoción popular y, desde el inicio fundaron, el centro de educación popular CENECAPE del que fue director mientras estuvo en Ilo y del que más adelante surgió CEOP.

Fue destinado a Ayacucho en 2007 siendo superior de la comunidad hasta 2014. En estos años, promovió la “Casa Mateo Ricci” como un espacio para reflexionar sobre la región y tuvo una destacada participación en la Mesa de la Concertación de la Lucha contra la Pobreza en la que fue presidente y miembro activo. Además, fue capellán del penal de Yanamilla y siempre colaboró en la celebración de sacramentos del templo de la Compañía.

Tuvo un aporte relevante en la reflexión teológica, vinculado al grupo de la Teología de la Liberación liderado por Gustavo Gutiérrez. De 1971 a 1975 fue profesor de Teología en la Pontifica Lima y durante varios años en ISET. En este ámbito intelectual también fue Director del Instituto de Filosofía Social y Política de la UARM y docente de 1996 a 1998.Fue invitado a la Conferencia del Episcopado Latinoamericano de Aparecida como asesor teológico en 2007.

Como jesuita asumió en el corazón de su vida apostólica el binomio fe – justicia y, en su síntesis personal, la política constituía el medio privilegiado para construir una sociedad más humana. La frase que “la política es una de las formas más elevadas de la caridad” define muy bien su actuar. Era un hombre de fe y oración profunda y fundamentaba su vida en una cercana relación con la Palabra de Dios. El hecho de ser un hombre perseverante y de sus férreas convicciones, nunca le apartó de su amor y cercanía a los pobres.

Su trayectoria de compromiso fue reconocida en 2013 por el Gobierno Regional de Ayacucho que le otorgó la medalla “Constructores de la Paz”, por promover una cultura de paz en la región y en 2014 por la Municipalidad de Huamanga que le declaró “Hijo predilecto”. A nivel nacional, en agosto del 2016, el Congreso de la República reconoció su labor pastoral y social en la defensa de los Derechos Humanos en Ilo, El Agustino y Ayacucho por más de 40 años.

El 2011 se le declaró un cáncer contra el que luchó de forma constante, superando al menos en dos ocasiones situaciones de gran gravedad. Sin embargo, desde finales del año pasado se fue debilitando hasta que a inicios de abril vino a Lima para ser ingresado hasta que falleció en la Clínica San Borja el día 29 de abril.

Demos gracias a Dios por su vida ejemplar, de entrega apasionada al Señor, anunciando siempre su Palabra, y la confianza en el cariño maternal de María.